El barniz es una de las mejores opciones para la protección y el embellecimiento de la madera, tanto en interiores como exteriores. Ayuda a protegerla de los agentes externos conservando el color y las vetas originales.
En el presente artículo resumo la aplicación de barniz sintético con brocha. Lógicamente la protección en muebles y otras superficies delicadas debe ser mucho más cuidadosa, conforme al uso y lo expuesto al tacto que se va a encontrar la superficie. En estos casos el trabajo debe hacerse con otra técnica (como la muñequilla), o tal vez con otro tipo de material.
Preparación de la superficie
El lijado antes de comenzar es indispensable para obtener una superficie suave y apta para la adherencia del material. Con una lija se debe eliminar toda rebaba o sobrante que pueda poseer la madera. El tamaño de la lija debe ser el indicado, sin que pueda lastimar o rayarla en forma considerable. Generalmente se usa una lija de grano 120, aproximadamente.
La hoja debe frotarse en sentido de las vetas de la pieza de madera, y no transversalmente para no dañarla, lo cual dejaría marcas que resaltarían con las posteriores manos de barniz.
Una vez terminado, el polvo debe ser eliminado con una brocha seca, y por último con un paño húmedo para deshacerse de cualquier partícula que pudiese quedar adherida. Insisto con este tratamiento para lograr una superficie de suave acabado.
La primera mano
Se aplicará el barniz líquido, con un 20 a 30 por ciento de aguarrás, white spirit o el diluyente indicado por el fabricante. Esto suele ser llamado barniceta, y está preparada de esta forma para que penetre lo más posible en la madera.
Luego que seque completamente, esperando recomendablemente 24 horas, se procede a un suave lijado con lija 180 a 240, y la limpieza como anteriormente mencionaba. Ya está listo para continuar con el trabajo.
La manos posteriores
Ahora en éste momento, solo basta aplicar el barniz diluido hasta un 10 por ciento, solo si es necesario. Respetando los tiempos de secado, y con el proceso de lijado y limpieza correspondiente entre manos.
La cantidad de manos o capas puede variar según la porosidad de la madera, la cantidad de barniz aplicado durante cada mano, la calidad del material, y la necesidad de brillo o protección que se desee en la madera. Pero regularmente puede variar de 2 a 4.
Las propiedades y acabado del material
En exteriores se suele utilizar un barniz con filtro ultravioleta, lo que favorece a la mayor duración del material y la permanencia del color de la madera. Aunque prácticamente es inevitable que cualquier tipo de objeto de madera que este expuesto al sol pierda la tonalidad original y aclare con el correr del tiempo.
Con respecto al acabado, pueden distinguirse entre brillante, satinado y mate. El acabado brillante es el que se prefiere para exteriores por su resistencia al agua y poca acumulación de polvo. Los satinados y mates son utilizados dependiendo del tipo de madera o el aspecto que se desee lograr en la decoración.